Izquierda Unida y Ecologistas en Acción, consideran que PP y PSOE cometerán una gravísima irresponsabilidad si, finalmente, como todo parece indicar, aprueban el Proyecto de Actuación Urbanística del Reino de Don Quijote en el Pleno de mañana martes.Este proyecto, hoy en día, y tras haber dejado atrás los intentos de camuflarlo como parque temático, se muestra como lo que realmente es, un pelotazo urbanístico de proporciones descomunales (9000 viviendas, tres campos de golf, casino y varios hoteles…) sobre la recalificación de más de 6.000.000 de m a 7 Km de Ciudad Real y sobre la utilización de unos recursos que no se tienen. En definitiva, hacer lo mismo que tan hipócritamente se critica cuando se hace fuera de la región.
De llevarse adelante supondrá hipotecar el abastecimiento de agua a Ciudad Real y su comarca de por vida pues, en su tercera fase, el proyecto consumirá más de 300 litros por segundo, el equivalente a una población de 160.000 habitantes. La propia Junta de Comunidades reconoce en la DIA, aprobada hace unos meses, que no hay agua suficiente para acometer las fases segunda y tercera del proyecto, ni siquiera contando con los aportes de la conexión desde el pantano de la Torre de Abraham y la tubería a la llanura manchega desde el trasvase Tajo-Segura, afirmando que no podrán acometerse dichas fases hasta que el Ayuntamiento de Ciudad Real encuentre la forma de aportar el agua que falta, pese a lo cual, en un acto de manifiesta irresponsabilidad, da carta blanca al proyecto.
Promotores, PP y PSOE, con la connivencia de los medios de comunicación de la provincia y los sindicatos mayoritarios, ocultan las graves consecuencias que acarreará el proyecto bajo el falso velo de la supuesta creación de miles de puestos de trabajo. Lo cierto es que, según la Federación Andaluza de Golf, un campo de golf genera 15 puestos de trabajo, la mayoría de ellos precarios y temporales, mientras consume agua equivalente a una población de 12.000 habitantes. Los varios cientos, que no miles, puestos de trabajos generados en el sector de la construcción son eventuales, al desaparecer con la finalización de las obras. Únicamente, (en caso de que se cumplan las expectativas creadas, cosa que está por ver), se podría crear algo de empleo en el sector hostelero que, dicho sea de paso, prácticamente no presenta desempleo en nuestra ciudad y, en cualquier caso, a años luz de las cifras que pretenden vendernos promotores y Ayuntamiento. Lo único que podremos contar por miles serán los millones de euros de beneficio de los promotores. No se puede crear empleo a cualquier precio, generando destrucción y miseria a medio plazo.
Francisco Cañizares ha pretendido presentar como la panacea los 45 millones de euros que aportará El Reino a la ciudad, cantidad insignificante al lado de los 6.500 millones de inversión que supone el proyecto y, más aún, teniendo en cuenta los graves perjuicios que, además de dejarnos sin agua, acarreará el proyecto: mantenimiento de unos servicios municipales muy costosos, tanto por la distancia al casco urbano como por el tipo de urbanismo; el incremento del precio de la vivienda en Ciudad Real, muy por encima de la media nacional en los últimos años…
Otro aspecto que ha pretendido presentarse como positivo es la construcción de cerca de 2000 VPO en los terrenos del Reino, ¡a siete kilómetros de la ciudad!, pero esta actuación nuevamente a quien beneficia es a los promotores, que aumentan así el volumen de negocio. Además la construcción de estas viviendas, según la propia DIA antes citada, estaría en el aire por la falta de agua para acometer la segunda y tercera fases, por lo que consideramos que el Ayuntamiento no debería vincular algo tan importante como la política de acceso a la vivienda a semejante proyecto, más aún cuando supondría aumentar la dispersión de la población, el encarecimiento de los servicios y el incremento del uso del transporte privado. ¿Por qué no se actúa sobre las más de 7.000 viviendas vacías que existen en la ciudad?
Creemos que el hotel-casino, cuya construcción parece garantizada con la primera fase del proyecto, degradará seriamente la vida de la ciudad. El juego crea adicciones deshumanizadoras, daña las relaciones personales, familiares y sociales y puede favorecer la aparición de prácticas ilegales y mafiosas, que imponen su ley basada en la explotación de las personas. La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que debería limitar estas actividades, sin embargo ha rendido pleitesía a este proyecto que pone en peligro la sostenibilidad ambiental y la convivencia.
Con base en las razones citadas, Izquierda Unida y Ecologistas en Acción reiteran su compromiso de oposición a tan descabellado proyecto y su voluntad de seguir trabajando para informar y movilizar a la población.
Existen alternativas, como que el diseño y el desarrollo de la ciudad responda las necesidades de vivienda, de movilidad, sanitarias, educativas, culturales,... de todos los ciudadanos y no al afán de negocio de unos pocos; que se sustituyan proyectos irracionales como éste por otros ya presentados, basados en la recuperación del río Guadiana y sus riberas, restauración de molinos y arquitectura tradicional, que generen una actividad económica y turismo integrados y respetuosos con el entorno y nuestra cultura; que, en definitiva, nuestros gobernantes no se comporten como sirvientes de los promotores y promuevan la participación ciudadana en las decisiones sobre el diseño de la ciudad. Hay muchas personas a quienes este proyecto no convence y que incluso lo consideran una barbaridad. Pero creen que es inevitable. Ecologistas en Acción e Izquierda Unida de Ciudad Real queremos transmitir que hay alternativa: la del desarrollo sostenible y la de los servicios públicos de calidad para todos.
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